martes, octubre 31, 2006

Somewhere over the rainbow

Hace exactamente un año el Doctor Salmerón dejó de organizar sus famosas pachangas, andar con lobas de 22 años, manejar su Harley y ser un rol de vida para todos los adolescentes descarriados que fuimos. Hoy de seguro está organizando unas pinches pedotas junto al señor de las tinieblas, Jim Morrison, Adolf Hitler, Willy -el de las patitas y las tortas de chile relleno- la viejita de los patines de estudio 54 y demás fauna nociva que debe de habitar ese encantador lugar.

Nadie sabe a ciencia cierta la vida del Dr. Salmerón. Sólo algunos saben que en su juventud fue pediatra y ha de haber sido de los buenos porque logró juntar buena lana para dedicarse a las 3V, vinos, viajes y viejas durante más de 40 años. En el ocaso de su vida, gustaba de asistir a los lugares de moda, siempre escoltado por 2 viejas de no más de 25 años, vestido por Versace de pies a cabeza y siempre solícito a seguir la peda en su departamento, que tenía una cantidad inigualable de pomos, mesa de billar, SKY y las puertas abiertas para todo aquel dispuesto a compartir un buen whisky on the rocks.

Yo lo conocí gracias a que el consultorio de mi papá compartía piso con el del Dr. Salmerón. Allí fue el primer contanto, tiempo después el Espaguetti que APRA ese momento era ya un viejo conocido del maestrazo Salmerón me invitaría a construir la anécdota más maravillosa de mi vida que involucra a una banda de crudos de entre 18 y 23 años, 6 cartones de cerveza, vapores de un club, tortillas, papas fritas, chiles en vinagre y pollos rostizados.

El día que murió el Dr. Salmerón lo hizo como los grandes. A sus 76 años le dio un infarto producto de una crudota después de 3 días de reventón en Ixtapa. Todas sus posesiones las donó a la causa, a su loba preferida le dejó el departamento y el coche, al Espaguetti -su fiel compañero de peda- 4000 usd y unos terrenos. A todos los demás la alegría de haberlo conocido.

A su entierro no asistió la comunidad médica, ni los socialités, fueron sus amigos, sus lobas, y alguno que otro contemporáneo que se encargaron de despedirlo como a él le hubiera gustado: con música pomos y desmadre.

Yo no pude estar presente, si embargo como homenaje a su memoria mi IPOD lleva su nombre y a veces en la peda brindamos juntos, en memoria de los sueños y los pollos rostizados que vuelan más allá del arcoiris.

6 comentarios:

buttercup dijo...

mijito ahora entiendo, de verdad que mientras sé mas de tu pasado es mas entendible me es tu presente jaja
siguiendo los pasos del Dr Salmeron, lo de vino lo tienes lo de viajes tambien pero con las viejas tenemos que ponernos las pilas por que a ese paso no vasmos a llegar a ningun lado...

Sir Pitirijas Mcloud dijo...

Es correcto, de hecho le voy a dejar todas mis posesiones materiales a mis sobrinos Daniel Millhouse, y Victoria Marcela.

Vain¡lla dijo...

Victoria Marcela???

buttercup dijo...

jajajaja la hija de parchelo

Sir Pitirijas Mcloud dijo...

A mario paolo le voy a dejar mi coche un opel olímpico amarillo

Millhouse dijo...

Jajajajajaja, no mames amigo!!!!