lunes, octubre 09, 2006

DR JEKYLL y MR HYDE

Siempre he estado consiente que todos llevamos un monstruo dentro que les brota cuando les das poder, cobran la quincena, están con la novia o van a las luchas y se convierten en algo irreconocible lejos de su naturaleza. Extrañamente a mi me pasa en el cine.
Por lo general soy una bestia bonachona -cruza entre Sully de Monsters inc. y Benito Bodoque- pero al llegar al cine y escuchar que la gente está platicando sobre la vida de su prima Ignacia, un nuevo galán o lo caro que está el jitomate bola, como persona civilizada que soy, primero les advierto hasta tres veces antes de tomar acción. Hay quienes son como niños y no miden el peligro y a pesar de medir 1,20 y contadas advertencias siguen en su plan de reunión de Vips. Si no hay respuesta, se desata el infierno.
Los castigos pueden ser muchos y muy variados, van desde un pisotón de advertencia hasta un desgreñamiento, madrazos y tomadas del cuello que dejan a las novias, amigas o primos hermanos y demás fauna nociva mudos durante el resto de la película.

He comprobado que por mucho está es la solución y estoy seguro que en su próxima visita al cine irán a ver la película y a platicar a una cafetería.

Chale ¡¡ya no quiero ser así!!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

mijito ya llevas una semana sin posteeaaar!!!
se te extraña!!!

Vain¡lla dijo...

Y yo en mi bló te acabo de dejar un buen pretexto pa' postear.

Anónimo dijo...

Mr. Pitirijas, ando de metiche por acá, ya casi me iba a dormir pero no lo haré sin escribir y en realidad comparto con usted la misma desgracia. Y por desgracia tengola mala fortuna de que cada vez que voy a un complejo de esos donde las palomitas son de hule, el refresco agua de hielo con azúcar,chocolate pegagoso,
un miserable vasito de limón artificial y salsa valentina (lo mejor).
Bueno pero el tema es que a esa gente que jamás en su vida les dijeron que en el cine también se demuestra la educación. Es la que asiste coridianamente.

Y no sé si es maldición, pero siempre, y digo Siempre, elijo la butaca equivocada ( como a los hombres de mi vida), el maleducado o maleducada en cuestión, se ha de sentar, a un lado o detrás, eso es una ley, por lo menos para mi.
No sé a cuánta gente he insultado, no sé si los hombres (si se les puede llamar así) creerán que soy un hombre vestido de mujer, pero la furia sale, sin miramiento ni tiento. Imposible contenerse,aah pero lo peor de lo peor es la injusticia cinematográfica...a la que sacan de la sala siempre es a mi!!! y a la flaka que todavía es mucho más expresiva!!! Dios nos hace justicia cuando vamos a la función de medio día, eso creo es la solución a nuestra maldición!

AMMMA anónimamelómanamisántropameticheadmiradora.

Sir Pitirijas Mcloud dijo...

Estimada AMM. Lamentablemente sufro de la misma maldición, pero el problema es que a mi nadie se atreve a sacarme jojojojo.

El otro día seguí esa misma táctica de ir a la función del medio día y no habia nadie en la sala....

neta eso estuvo ultrachingón.

Se le agradece su consejo y seguimos en espera de sus amigas las chimuela.