P. me decía que todos tenemos derecho a un naco en nuestra vida. Yo me reía pensando que nunca me iba a pasar, que mi búsqueda había terminado con ella y que eso aplicaba solamente a mi primo el zar de las pieles que como les he contado es capaz de agarrar gordas, chimuelas, bizcas y ancianas sin una pata.
El tiempo pasó, P. me mandó a la chingada y me convertí en el asco de persona que soy. Años después el destino me llevó a una cantina de mala muerte en la colonia Cuauhtémoc en donde falté a la promesa hecha a un amigo de cuidarle a su pretendeja mientras él iba al concierto de RBD besándola, sin importarme que eso me llevaría a cumplir la profecía de P. y obtener para mis memorias un taco de frijoles.
Hoy, Mi amigo al que traicioné anteriormente está saliendo con una niña corriente pero sabrosa, sin embargo mi adoctrinamiento en prejuicios burgueses le impiden disfrutar sin remordimientos una vida lejos de poses, con el auténtico sabor de poder disfrutar de los trajes sastre y portafolios, las cadenas de oro, las conversaciones sobre los juzgados o irte a embriagar los jueves al Pappa´s Hill pidiendo Martinis Riqui mientras bailan la calle de la sirenas.
hay que estar consientes que no por comer todos los días filete no se nos antoje de vez en cuando un taquito de frijoles.
De vez en cuando hay que darle gusto al cuerpo y recordar que hasta el mejor foie puede ser muy indigesto.
lunes, noviembre 19, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
4 comentarios:
Si lo recuerdo bien, pero creo queme hiciste un favor. Además ahora somo hermanos de baba.
Y del taquito de frijol, te apoyo completamente.
Así es amigo... te prometo que por el bien de todos no lo vuelvo a hacer.
Ay... que tiempos aquellos.
man, se perdió tu post de rushdie o qué?
bueno, en mi blog te acabo de rolar una papa caliente o meme. debes escribir cómo sería tu mente si fuera una morada!!! vas, ya tengo curiosidad de lo que pondrás, jeje.
te leo.
Publicar un comentario