jueves, octubre 25, 2007

A mi, ni Chinchachoma me rehabilita


Siempre me he considerado un guey al que le gusta experimentar con sabores, texturas, colores y consistencias en el mundo gastronómico. Esta afición es producto del sabio consejo de mi jefito que me conminaba a probar y formarme un criterio sobre la calidad general de los alimentos y ha sido la base de mi filosofía alimenticia: un buen taco no tiene por que ser barato.

Sin embargo esta premisa no ha impedido que en alguna ocasión haya comido tacos cuyo costo era de un peso, sospechosamente sobreaderezados, tacos en el corazón de Estados Unidos que anunciaban ser al pastor pero que resultaron ser un cubo de carne en chile morita, tacos de pastor en Boturini y Santa Anna, tacos de asada con el francés en Tijuana, marlin en Ensenada, cachete, paladar, tripa en algún pueblo , langosta en Rosarito, cochinada con Beto, de chuleta en la Narvarte, frijoles refritos y aderezados con catsup en las playas de San Juan de Alima, tacos de pato con chucrut, de guisado, cochinita, chamorro, buche, nana y machitos. De carnitas con un chile jalapeño, de bistec a la cerveza, barbacoa y birria en la tierra donde mandan los Zetas, taco de Kebabs en el Estambul de calabacitas, arrachera en tortilla de harina pequeñita en un puestito de cerca del puente Zaragoza en Ciudad Juárez una noche en que vi el cielo más chingón de la galaxia. Tortita de carne, chile relleno, taco placero con boronas de chicharrón, taco griego y árabe.

He de reconocer que en algunas ocasiones me han hecho daño y cuando eso sucede procuro no comerlos más o espaciar mis visitas a cuando el antojo se convierte en una cuestión insoportable. Pero esta semana me topé con unos tacos de canasta con relleno misterioso y a 4 pesos que aunque me hacen un daño terrible no puedo perder la oportunidad de comerlos a pesar de saber que de un momento a otro me provocarán corre que te alcanza. Hoy estos tacos son mi mayor adicción ¿será el sabor a mugrita? ¿la salsa de aguacate y cebolla en gruesas rodajas? ¿O una fascinación por desenterrar la verdad oculta en los ingredientes del chicharrón misterioso? Hoy me he dado cuenta de que tengo problemas y mi primer paso hacia la rehabilitación es aceptarlo: Soy un junkie del Taco.

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