ya me vi

He de confesarlo, ayer caí en la ilusión de comprar un boleto del Melate porque esta semana se sortean 410 millones de pesos. Contrario a los valores que me inculcó mi jefito el doctor “en vez de estar tirando el dinero, ponte a trabajar” ofendiendo mi alma de bohemio mugrosón” decidí gastarme 20 pesotes que equivalen a 1.5 caguamas y pus que me pongo a escoger 6 números, acá siguiendo el método del cumpleaños.

En el camino de regreso a mi lionera, me iba haciendo chaquetas mentales sobre la remota posibilidad de ganarme esa cantidad estúpida de dinero y en cómo afectaría mi estilo de vida actual y en que me gastaría el dinero y estas fueron algunas cosas que se me ocurrieron:



Vaciar la alberca semiolímpica del deportivo Mundet y hacer una cubota.
Comprar toda la colección de video risas y empastarlas en piel de escroto de mosquito.
Tener mi propio aroma en el catálogo de AVON como el Buki o Pedrito Fernández.
Poner una sucursal exclusiva para mi consumo de la taquería el Borrego Viudo con servicio 24/7.
Patrocinaría un festival de cine de ficheras y albures en el que el presidente del jurado fuera Alfonso Zayas.
Compraría una réplica de Kit el auto increíble y lo llevaría a tunear a Coapa.
Tendría de mascota a los Parchelos viviendo en mi jardín o en la azotea de la casa.
Blindaría mi Beetle y le pondría un motor de Mclaren cromado.
Me tatuaría en la espalda una virgen de Guadalupe con la cara de mi jefita en la espalda y mis hermanas y yo de angelitos.
Pondría una agencia que hiciera puras promociones usando enanos y elefantes.
Iría a Paris con el único afán de conocer a ver si el Miky Maus francés de Eurodisney es igualito a su primo de California.
Compraría un Kínder para Andreita o mejor aún le formaría un grupo musical con puro pubertos.
Crearía un Reality donce el protagonista fuera el Doc así como Nip Tuck pero en la Balbuena.
Millhouse podría ser como su ídolo, Thinker-bell, el perro de Paris Hilton.
Agregaría a mis amistades la fina presencia de Jorge Khawaghi.
Consultaría todos los días la línea psíquica de Amira y la tomaría como asesor financiero.
Tendría mi programa de Pare de Sufrir.
Monsivaís escribiría mi biografía no autorizada.

Mientras terminan de leer esto yo ya sabré si soy ultraputrimillonario o simplemente me la pelé durísimo. Por el bien de todos esperemos que haya sido el afortunado, les garantizo que el mundo será un mejor lugar.