El 10 de mayo es una fecha muy querida y esperada por todos nosotros. En mis años mozos desde temprano me preparaba para una ocasión tan especial, ponía mucho esmero en peinarme y perfumarme, ensayaba frente al espejo lo que íbamos a decir cuando llegara el momento que habíamos esperado durante todo un año una vez más.
Un Pip pip de un vocho anunciaba que había llegado el momento y el timbre lo confirmaba, de pronto hablaba La Tripa por el interfón -Se-seseñor no estará por ahí Pitirijas, es que ya nos vamos a lo del día de las madres- y yo salía feliz y listo para hacer de esa fecha un día memorable.
En el camino cantábamos y nos reíamos, mientras el vocho gris de la tripa nos acercaba a nuestro destino, de pronto habíamos llegado, estábamos listos para lo que tanto nos preparamos. La Tripa, lleno de emoción, tamborileaba sobre la puerta de su vocho y gritaba lleno de un verdadero júbilo -Cht, cht, cht, írala- y cuando Malena la hermana más guapa de Alvaro mi vecino volteaba, nosotros exclamábamos llenos de alegría:
¡Felicidades Mamacita!
Y así continuábamos nuestro camino compartiendo con todas las mujeres bellas de todas las edades, nuestras más cálidas y sinceras felicitaciones, hasta que nos alcanzaba la patrulla y nos escoltaba de regreso a casa, los polis hablaban con mis papás y mi jefita se mortificaba. digamos que el diez de mayo yo le daba a mi mamá puras penas.
Este año la cosa no cambia, desde este su Blog chaquetín le mando todo mi cariño y hartos besos a mi jefita que está en Morelia y que desde allá le pide a todos los santos que rectifique mi camino porque en algún momento decida convertirme en un hombre de bien y claro está a todas las mamacitas y mamasotas que alegran mis días y me hacen exclamar ¡Uh pus ya!
2 comentarios:
asi es a mi consta ke eran unos nacos!
leve nomás de lunes a viernes....
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