Después de todo cumplir años no es tan malo. Fue el mejor pretexto para organizar un fin de semana en compañía de la gran familia disfuncional que tenemos. La cita fue en Cuernavaca así que hasta allá nos trasladamos en avanzada y empezó el show.
Los primeros en llegar fuimos la piruja del Mike con la Periquita y la Gladys, mi compadre el Dr. Padrino y su servilleta que en ese momento todavía tenía una condición más o menos humana. Hasta esos momentos todo tranquilo, chelas, cubas con Pampero, asoleada y remojón rematando con parrillada mexicana, me empezaba a sentir como adulto contemporáneo y no estaba nada mal.
Cuando el día moría, a mis oídos llegó un sonido que de inicio fue aterrador, en mi mente sonaba Raiders on the Store, pero en el aire retumbaba una sabrosa cumbia de los ángeles azules, era el gran Kublai Khan Parchelo y sus bárbaros, en ese momento mis temores se hicieron realidad. Un hobbit con suéter y dispuesto a darle a lo que tuviera manos bonitas, Chewbacca versión pacheca, una inglesa y su majestad el gran Parchelo hacían su arribo triunfal dispuestos a acabar con todo. Después llegó el gran Xolo con la tía de San Juan Ixtayopan y más adelante hizo su arribo el gran lanchero en jefe y azote de 3 continentes: David, que de inmediato empezó a buscar nuevas conquistas entre las señora otoñales de las casas vecinas. En ese momento inició un desmadre que incluyó anécdotas subidas de tono, albercazos a las 2 de la mañana, cumbias, Coapa Mix, canciones de los pitufos, pachecas, lesionados y cantidades industriales de alcohol y cerveza. De pronto llegó Yuyiro y de inmediato conectó su máquina de coser y se puso a hacer pants y sudaderas porque el contenedor hacia Alemania salía al otro día y si no terminaba le correspondían 12000 azotes. La noche tranquila y el primer soldado en caer fue El Doctor.
A la mañana siguiente llegó la princesa del Fuel inyection -que en esta ocasión se comportó como toda una damita - (la verdad es que fue cohibida por las historias del hobbit con suéter y su aventuras con el chiflador) y más tarde la Jeka con su pelirrojo marido y la Pao sin su Gallo. Comida cordial, asoleada, más tragos y la camiseta más fea que Arman ha hecho y que con orgullo portaba. La tarde moría lentamente y la peda se encontraba en su apogeo, los Bárbaros y el mismísimo Kublai Khan Parchelo descansaban para una noche aguerrida y después lo de costumbre, Mike durmiéndose como mi abuelo cuando va al cine, Millhouse corriendo como perseguido por el diablo porque según él si no tomaba impulso no llegaba a su recámara, equivocaciones con tintes de seducción, más cumbias y ondas pachecas. Un lavacoches a las 2 de la mañana.
Tacos de cecina natural y enchilada y un regreso tradicional de chilango en fin de semana. De vuelta a la puta realidad.
Tal vez mi fiesta no fue como las de Sinaloa, -con balacera y todo el pedo- ni hubo 5 putas y un mariachi (Se perdieron en el camino) pero fue muy divertida. Ojalá cumpliera años por lo menos una vez al mes.
Pd. Gracias a Karlatone por su snobisímo regalo y a la Bañada del elevador por subir mi ego a niveles insospechados, a mi tía de San Juan Ixtayopan y a todos los presentes por acompañarme.
Por su forma de malcriarme es que me he convertido en un asco de persona. Gracias
