
Ahora que las economías del mundo se están colapsando se empieza a notar en todos los ámbitos del país, las cosas ya no son las mismas. Recuerdo que mi primera visita a la tierra de Johnny Choc, conocí al Pato Donas, al Tribilín y a las pinches ardillas maricas esas de Chip y Deil y la verdad se veían botargas decentes, andaban limpiecitas y bien comidas, sonreían y eran prácticamente rockstars con los que los niños caguengues como yo se fotografiaban.
En cambio, en mis últimos paseos por Chapultepec se ve que la fluctuación económica también nos afecta durísismo, hasta las botargas se ven jodidas, en mi camino me encontré con Hombres Arañas panzones que a falta de mallas usaban pants de escuela secundaria federal ubicada en Sola de Vega Oaxaca, Winnis pus flacos y chamagosos como chiclerito de semáforo, Tiggers que parecen gato de basurero y un Barni que se ve que era pachequísimo y sus familiares lo internaron en una granja, en donde lo encadenaron a la cama, le metieron una putiza, les dio síndrome de abstinencia y después los soltaron a vender galletas o gelatinas afuera de las iglesias.
Es triste ver como hasta los teporochos tiene más dignidad cuando te piden un varo, acá las botarguitas se dejan fotografiar por 10 pinches pesos. No mames hasta los indigentes, todos miados y guacareados tienen más porte y dignidad a la hora de bajarte un varo.
Por el bien de los niños mexicanos, por la comunidad de Botargas, señores congresisistas, urge el rescate bancario., es para preservar las ilusiones de los niños y la poca dignidad que le queda a la botargas.