Lo que más nos gustaba era la bonita gabachita, porque a esas no les tenías que hacer la lucha, símplemente las conectaba el buen “Calígula” –un guey que era capaz de cambiar hasta a su hermana que por cierto terminó embarasdulce y todo apunta a que Alvaro mi vecino es el responsable- les ponías una grabadora y un barril de cerveza y yastaba tu boleto para unas luchas islámicas que hasta eso, se les dan bien.
Así como los gabachos tienen su estereotipo del mexicano que se va a cortar Brócoli o al cherryfield nosotros tenemos los nuestro -El de una bola de pendejos que se entretienen con cualqueir chingadera y de todo hacen un pinche espectáculo.-
Mis viajes por la tierra del Miky Maus y el Pato Donas habian confrmado mi teoría, sin embargo cuando llegué a Austin comprobé que no todo es un cliché al encontrarme en esta ciudad un ambiente pocamadre y una especie de deporte que es casi el sueño de todo hombre y que creo que si lo televisaran desbancaría al fútbol. La lucha de mujeres en patines y el bellísimo equipo de las Putas del Fuego.
Putas del fuego tomaron el nombre de una canción de ZZ Top llamada “Mexican blackbird “ donde en una estrofa dice They all call her 'puta' cause no one really knows her name. Lo mejro de todo es que están ultrapachurrables.
Presenciar un encuentro de la Lone Star Roller League, tener un mariachi tocando Juan Colorado a un lado y además tomar cerveza mientras las viejas se rompen la madre unas a otra en patines reivindica y descarta mi impresion sobre que los gabachos son unos gueyes, Combinaron perfectamente la fórmula bajo la cual se cimenta toda la cultura: Chelas, chichis y choques.
Me cae que Austin es la nueva Atenas
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