Érase una vez, un reino en el que existía un príncipe enamorado de una bella princesa.
Un día, el príncipe le preguntó: “Princesa, ¿te quieres casar conmigo?”. A lo que la princesa contestó: “¡¡¡NO!!!”
Y entonces el príncipe vivió feliz por años yendo a pescar, a cazar, a jugar playstation, fútbol, tenis, dominó, fumando mota, andando en calzones por su casa viendo películas de balazos.
Todos los días andaba en bicicleta o en moto, se tiraba a cuanta mujer podía y sin pedos, tomaba todo el alcohol que se le antojaba, se tiraba pedos, se sacaba los mocos y se rascaba el culo y las bolas cuando y donde le daba la gana y fue feliz para siempre…
*FIN*
3 comentarios:
A long time ago, in a far away kingdom...
me permito liberar a través de mi lengua bífida, la historia real del principe azul, delgado cual espiga y guapo a madres, enamorado de una plebeya (Llamada Propynebacterium acnés) con ropas de aristócrata, mismas que ocultan, particularmente en sus refinadas posaderas, su deficiente genética marcada por el acné.
NO MAMES, ERES UN GUAPO, deja de tratar de ser el Principe ASEPXIA chingao.
nop, pus este cuento es un renuncia al mundo sentimental. Me dedicaré a vinos viajes y viejas.
Además estoy muy chiquito para eso del compromiso
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